lunes, 17 de marzo de 2014

BOLETIN VERA CRUZ 2014


Editorial



Un año más, esperamos con ilusión la llegada de la primavera, y con ella la Semana Santa, la Semana Grande de Cuenca. Y en la memoria de todos, el recuerdo del año pasado, con la lluvia como protagonista.

¡Todo un año esperando este momento!, pues entendemos estos días del misterio de la Pasión, cómo la Fiesta del pueblo cristiano.

Es hermoso celebrar año tras año, un acontecimiento tan enraizado en nuestra tradición, en el que todo el pueblo se incorpora a la Pasión de Cristo, participando de una u otra forma.

Nuestras calles y plazas se convierten en un policromado templo vivo, todos los conquenses se dan cita en estas fechas, que nos invitan a encontrarnos con nosotros mismos.

¡Qué ajetreo en los hogares!. En estos días, previos a la celebración, unos y otros se aprestan a tener todo listo, sacando de los cajones y armarios, túnicas, capas, capuces, en un ritual que se repite todos los años, y en el que se entremezclan recuerdos, ilusiones, para los que es su primera S.Santa como nazarenos, banceros, hermanos mayores, y nostalgia y tristeza por los que ya no están.

Existieron en Cuenca varias cofradías de tipo penitencial, desde finales del S.XVI, de entonces es, probablemente, la de la Vera Cruz, sin continuidad en el tiempo.

Recuperada la Hermandad y su desfile procesional, hace ya 19 años, por el afán y el tesón de unos pocos, hemos crecido, y mucho, en número de hermanos, hemos conseguido afianzar los lazos de Hermandad, pero no podemos abandonarnos. Ahora es el momento de colaborar, de trabajar todos, de entregarnos totalmente a la Hdad, para conseguir su total consolidación.

Desde la Hermandad, para todos nosotros, y para todo el pueblo conquense, intentamos mejorar, que no cambiar; así, este Lunes Santo tan esperado, podremos contemplar la imagen del Cristo reparada, con gran esfuerzo.

Hermanos de la Vera Cruz, Cuenca os espera en la calle, para vivir conjuntamente un acontecimiento especial: el misterio de la Pasión, y con él, una emoción única: Cristo está en las calles.

Participad en el desfile procesional. Escuchad la predicación de las últimas palabras de Cristo en la Cruz con fe y devoción y disfrutad de estos días tan arraigados entre nosotros.

Y cuando llegue la Resurrección, cuando la Madre y el Hijo Resucitado se encuentren de nuevo, las campanas de todas las Iglesias voltearán al aire, tocarán a gloria y todos viviremos con júbilo ese momento.

La S.Santa habrá concluido. Las imágenes volverán a sus iglesias y capillas. Y a nosotros nos queda la esperanza de vivirla y disfrutarla el próximo año, y el otro, y el otro…con la llegada de una nueva primavera.

Y porque el espíritu de nuestra S.Santa es singular, por su sencillez, sobriedad y recogimiento, a quienes hacen intentos de cambiar, copiar ó imitar a otras de nuestra geografía, les diría aquel hermoso verso de Juan Ramón Jiménez: "No la toquéis ya más, que así es la rosa".

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